toda guerra deja al mundo peor que como lo había encontrado. Fratelli Tutti 261

aplicaos bien a fundamentar vuestra vocación de catequistas de los pobres. A. Chevrier, carta 114

 

asamblea regional 2023

 

 

Evangelio del Domingo

VIERNES SANTO - CELEBRACIÓN DE LA PASION DEL SEÑOR

Pautas para el estudio y reflexión del Evangelio. Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona

 

El Evangelio propio de esta Celebración de la Pasión del Señor tomada del Evangelio de san Juan 18, 1 - 19, 42. Son dos capítulos enteros.

 Pauta para el Estudio de Evangelio personal o compartido en grupo

1-2-3. Estos tres pasos como en lo EV anteriores

4. Me fijo (y anoto) en las palabras y silencios, actitudes y convicciones de JESÚS. Lo contemplo llevando la iniciativa en todo el relato. Contemplo su humanidad y su divinidad. Y los demás personajes. Y la BUENA NOTICIA que escucho...

 5. Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor... A la luz de lo que dice Pilato: “¡he aquí al hombre!” (19,5), contemplo la imagen de la humanidad que Jesús manifiesta. ¿En quien veo esta imagen en mi entorno? Y a la luz del “yo soy rey” (18,37) contemplo la imagen del Rey crucificado –Dios reina desde la Cruz del “hombre” Jesús– y me pregunto como actúa este Dios en nuestro mundo.

6. Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)

7. Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...

 Notas por si hacen falta

Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio

 

  • “Sabiendo todo lo que venía sobre él” (18,4). Como ya veíamos en el comienzo de la santa cena –Jesús sabía que había llegado la hora (Jn 13,1)–, Jesús lleva la iniciativa en todo momento. También lo expresa en el capítulo 10: [la vida] nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente (Jn 10,17-18). Él, por la especial relación que mantiene con el Padre, señala el comienzo de los acontecimientos que siguen. La hora de Jesús es la hora del cumplimiento de la voluntad del Padre. A un paso de morir, lo volvemos a encontrar (Jn 19,28).
  • El “yo soy” (18,5) recuerda la revelación que Dios hizo de su nombre a Moisés (Ex 3,14-16; Is 41,4; 43,10) y es una clara referencia a la realidad de Dios, con la cual Jesús se identifica.
  • “El cáliz que me ha dado mi Padre, ¿no lo voy a beber?” (18,11). En el AT, “el cáliz” era una imagen de sufrimiento (Is 51,17-22; Jr 25,15; Ez 23,32-34; Sl 75[74],9) e incluso de castigo. Aquí es una alusión clara a la pasión y muerte de Jesús.
  • “El otro discípulo” (18,15), llamado así también en Jn 20,3-4.8, probablemente es el mismo que en otros lugares es llamado el discípulo amado o al que Jesús amaba (Jn 13,23; 19,25-27; 21,7.20-24). No se dice nunca que sea uno de los Doce, pero es una figura importante del evangelio y sirve de modelo para los creyentes. Más adelante, al pie de la cruz (Jn 19,27), aparecerá como el primer miembro de la nueva familia de Jesús.
  • El pasaje de las negaciones de Pedro (18,17-27) pone de manifiesto a qué compromete ser discípulo de Jesús, no sólo por el interrogatorio que le hacen sino también por la respuesta de Jesús al gran sacerdote: “Interroga a los que me han oído, de qué les he hablado. Ellos saben lo que he dicho yo” (18,20-21). Según esto, en la vida y en la voz de un discípulo tiene que ser posible encontrar y escuchar a Jesús.
  • Jesús es acusado de “malhechor” (18,30). Pero al final lo acusarán de traición al César y, por lo tanto, de revuelta contra Roma (19,12). De esta manera los líderes religiosos judíos pueden presionar a Pilato.
  • La realeza de Jesús (18,33) ocupa un lugar fundamental en el relato de la pasión. Jesús es exaltado y entronizado como rey de los judíos (19,14.19): es su glorificación, la revelación plena de su condición de Hijo, sentado a la derecha del Padre.
  • Esta realeza de Jesús no tiene su origen en este mundo ni tiene nada que ver con los valores que dominan en él (18,36). La palabra “mundo”, que ya encontrábamos al comenzar el evangelio de Jn (1,10), señala una oposición compacta y radical contra Jesús (Jn 14,17.19.27; 15,18.19; 16,8.20; 17,9.14.16.25). En este sentido, ni Jesús es del mundo (Jn 8,23) ni los discípulos tampoco (Jn 17,14.16). Pero Dios ama al mundo y le envía a su Hijo (Jn 3,16), y también los creyentes serán enviados al mundo (Jn 17,18).
  • Ser testigo de la verdad” (18,37) significa comunicar, con la vida y las palabras, aquello que Jesús ha visto y ha escuchado del Padre (Jn 5,19; 8,26). La verdad (Jn 8,32) es Dios mismo (Jn 1,17), la plenitud de vida comunicada por Jesús. Leer más...

JUEVES SANTO - CICLO B - 2024

Pautas para el estudio y reflexión del Evangelio. Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona

Ante Jesús que quiere lavarle los pies, Pedro expresa lo que sentimos la mayoría de los humanos ante un Dios que asume la condición humana débil y limitada. De entrada, preferimos a un Dios lejano, que no se nos meta en casa. Porque aceptar como “Señor” al que ocupa el lugar del siervo supone “tener parte con él”, es decir, compartir su vida de siervo, su muerte y su resurrección.
¡Feliz Pascua!
 

Para el Estudio de Evangelio personal o compartido en grupo

1.2.3. Estos tres primeros pasos como en los EV anteriores

4. Anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho... Me pregunto si dejo que Jesús se me haga servidor, si dejo que Él tenga la iniciativa en mi vida, que se me meta tanto en casa que no pueda vivir sin Él.

5. Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor... Me fijo en aquellas personas que encuentro que viven haciendo caso de lo que Jesús dijo: “lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis”, y doy gracias por ello.

6. Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)

7. Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...

 

Notas por si hacen falta

 

Notas sobre la fiesta y sobre el texto

 

  • Con esta celebración del Jueves Santo la Iglesia entra en el seguimiento de Jesús en su pasión, muerte y resurrección. Queremos tener los mismos sentimientos que tuvo Jesucristo, como dijo san Pablo (Fl 2,5).

  • La misa de la Cena del Señor con los apóstoles condensa diversos elementos básicos de la vida cristiana: la eucaristía, el ministerio–servicio y la ‘caridad’, palabra que significa amar como Dios ama.

  • La narración que Juan hace de la cena del Señor es muy diferente de la que hacen los demás evangelistas. La Iglesia ha integrado las dos tradiciones. El lavatorio de los pies simboliza como se funda y se mantiene la comunidad de los discípulos.

  • Puede ser bueno trabajar el conjunto de los capítulos 13-17 de Jn, previos al relato de la pasión y muerte (cc. 18-19), que la Iglesia contempla el Viernes Santo.

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Trigésimo segundo del Tiempo Ordinario. Ciclo A

Visto: 371

 

“SEÑOR, SEÑOR, ÁBRENOS”

 

Venimos diciendo en los comentarios anteriores que, el amor que Dios nos tiene, es un amor gratuito y que se nos da así porque sí, sin que nosotros tengamos que hacer nada. Pero, ¡por Dios! no se es bien nacido si uno no es agradecido, dice el refranero español. Por lo que no está de más, si también nosotros ponemos de nuestra parte y hacemos algo para corresponder a ese amor que Dios continuamente nos está dando. Esa es la actitud sabia y la sensata tan necesaria para muchos momentos de nuestra vida. Es la actitud que se alaba en las doncellas prudentes del evangelio de hoy (Mt 25,1-13) porque han sabido esperar en todo momento y no se han dejado vencer por la primera dificultad que se les ha presentado, sino que, más bien, han estado vigilantes, han mantenido la esperanza y la confianza en el Señor, en el esposo, que les había prometido que volvería en cualquier momento, aunque sin precisar la fecha exacta.

 

No importa que se duerman o no, pues “se puede y hasta se debe dormir, estando al mismo tiempo vigilantes. El abandonarse serenamente al sueño, dejando a un lado las ansias, preocupaciones, dolores, miedos, puede ser un signo de sabiduría”. El dormirse no es el problema, ya que las diez doncellas se habían dormido, sino que el problema es otro, es cuestión de vigilancia, para no dejarse sorprender, por lo que es muy necesaria la sabiduría de la que se nos habla en la lectura primera (Sab 6,12-16) y la que hay que buscar en todo momento, saliendo a la calle para encontrarla en lo imprevisible: “quien temprano la busca, no se fatigará, pues a su puerta la hallará sentada…”, es decir, “la sabiduría está pidiendo entrar en tu vida, formar parte de tu vida, ser acogida y custodiada por ti. Es buena porque te ayuda a comprender el valor de las cosas, el significado de los acontecimientos, la orientación de la vida”, te ayuda a reflexionar a pararse y garantizarse un espacio de soledad y de silencio tan necesarios en esta sociedad de las prisas y del usar y tirar las cosas como si no tuvieran valor.

 

El mismo Cristo, no pedirá que se renuncie al descanso, sino que se vigile, o sea, que se rompa con las actividades de la noche, con las obras de las tinieblas y nos revistamos con las armas de la luz, añadirá el apóstol Pablo. “Que nos abramos a la realidad del Dios de Jesús: un Dios alegre, que prepara un banquete de boda para recibirnos, capaz de comprender nuestras debilidades, que quiere nuestra felicidad”.

 

“Señor, Señor, ábrenos”, “no todo el que dice Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos”. ¡Claro que no!, es necesario poner de nuestra parte, tener una actitud permanente de ser responsables de lo que decimos y hacemos. Necesitamos corresponder a ese amor que Dios nos da siempre. Es importante madrugar, contemplar, recordar,… (Sal 62) para mantener una postura sensata ante todo lo que vivimos. No podemos pasar por la vida como si las cosas y las personas no nos importaran, sólo pensando egoístamente en nuestro bienestar. Es importante saber esperar y no envejecer en la espera, no endurecernos ni entristecernos, sino mantener la juventud espiritual permanentemente, la calidez del corazón y siempre dispuestos a la misericordia y al perdón para con todos, incluso para los que ya han muerto. “No queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él” (1Tes 4,13-18). Todos somos redimidos por Jesús ante su muerte y resurrección. “Y así estaremos siempre con el Señor”, que es el deseo constante que fluye en nuestro corazón, el cual no descansará hasta que no hallemos paz en el Señor, porque hemos sido creados para él, nos dice San Agustín.

 

José Mª Tortosa Alarcón. Sacerdote en la Diócesis de Guadix-Baza

PREGUNTAS:

 

 

  • ¿Qué aceite necesitarías en este momento de tu vida para que no se apague la lámpara de tu fe?

 

 

 

  • ¿Qué actitudes necesitamos para poder ofrecer el Evangelio a otras personas a fin de que puedan entusiasmarse con él?

 

 

 

  • ¿Qué entiendo yo por vivir despierto y vigilante?