Evangelio según Marcos (1,1420)
14 Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. 15 Decía:
–«Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
16 Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. 17 Jesús les dijo:
–«Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
18 Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
19 Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. 20 Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.
Pauta para hacer Estudio de Evangelio, personal o compartido
1
Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer
2
Anoto algunos hechos vividos esta última semana
3
Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo
4
Ahora anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...
Me fijo cuál es el evangelio que Jesús anuncia. También en cual es la llamada que me/nos hace. Y cuál es el perfil del discípulo. ¿Cómo me marca este Evangelio, cómo respondo a la llamada, cómo estoy siguiendo a Jesús?
5
Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...
¿Qué experiencia del Reino he tenido? ¿Qué discípulos de Jesús tengo a mi alrededor?
6
Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)
7
Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...
Notas por si hacen falta
Notas sobre la palabra ‘Evangelio’ y sobre su anuncio
- La palabra ‘evangelio’ significa “buena noticia” (14), anuncio gozoso. En un primer momento –como se explicita en este texto (15)– designaba el anuncio de Jesús sobre la proximidad del Reino de Dios; en realidad, toda la enseñanza de Jesús, y todavía más los hechos de su vida, muerte y resurrección, son el ‘evangelio’, “la buena noticia” que había que anunciar a todo el mundo (1Co 15,1-5). Sólo al cabo de un tiempo la palabra ‘evangelio’ se utilizó para hablar de los escritos que contienen todo lo que se refiere a Jesús y a su misión (los cuatro evangelios).
- Los grandes discursos del libro de los Hechos de los Apóstoles, en los que se anuncia el evangelio, terminan siempre con una invitación a la conversión (Ac 2,38; 3,19.26; 5,31; 10,43; 13,38).
Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio
- Marcos inicia su evangelio centrándolo en Jesús y en su identidad (Mc 1,1). En seguida (14) nos explica como Jesús comenzó su misión. Esta misión tiene dos dimensiones bien unidas:
- acción: “marchó a Galilea”
- y anuncio: “a proclamar el Evangelio de Dios”.
- Mc también hace un resumen (15) de cuál es este ‘Evangelio’, esta Buena Noticia que Jesús trae de parte de Dios. Algunos de los aspectos que encontramos son éstos:
- “se ha cumplido el plazo”: el tiempo presente, el ‘ahora’, es el tiempo bueno para encontrar a Dios, no tenemos que esperar a ‘mañana’ (Ga 4,4; Ef 1,10);
- “está cerca el reino de Dios”: a partir de ahora quien reinará es Dios mismo. Jesús anuncia que Dios, el Señor del cielo y de la tierra, ha comenzado a instaurar su reinado en el mundo, a hacer presente en el mundo su designio de amor y de salvación. La presencia de Dios es visible en la persona de Jesús, en sus palabras y en sus obras poderosas (Mt 12,28; Lc 11,20);
- “convertíos”: invitación al cambio de mentalidad, de corazón, de vida (renunciando al pecado) y a dar un giro hacia Dios y su Reino (optando por la justicia, optando por aquello que Dios quiere);
- “y creed en el Evangelio”: invitación a acoger el Evangelio que Jesús está proclamando.
- El evangelista Marcos, coherentemente con esta invitación de Jesús a “creer” (15) que recoge al principio de su escrito, pone la confesión de fe de los discípulos (Mc 8,27-30) en el centro de su obra (en el capítulo 8 de un total de 16). “Creer” –la fe– es entendido como acogida de la persona de Jesús y de su buena noticia. Quien cree se deja tomar por la persona del Hijo de Dios, que le cambia la vida (“conversión”). Y las palabras del Evangelio ya no son un discurso bonito ni la recopilación de unas obras ejemplares a imitar sino que se convierten en la posibilidad de conocer a Jesús y de amarlo. “Creer”, entonces, permite mirar a la vida, a las personas y a los acontecimientos con los ojos de Dios. Y descubrir que Dios–está–con–nosotros (Mt 1,23) en la vida, en las personas y en los acontecimientos.
- En la narración de la llamada a los primeros discípulos (16-20), Marcos describe como es la llamada que Jesús hace a toda persona, también a cada uno de nosotros:
- Es el maestro quien escoge a los discípulos (17.20), y no al revés, como era costumbre en el judaísmo. Los elige para que constituyan un grupo, para que lo acompañen y sean testigos de sus acciones y palabras.
- A lo largo del evangelio se ve, por un lado, que los discípulos lo han dejado todo para seguir a Jesús (18.20) y, por otro, que les cuesta mucho comprenderle.
- Es una invitación a seguirle. La traducción literal de lo que se suele traducir por “venid conmigo” (17) sería “venid detrás de mi” (Mc 2,14; Mc 10,21). Así pues, la llamada es invitación a seguirle, a pasar por donde Él pasa, a no perderlo de vista.
- Seguirlo supone pasar, también, por la cruz; esto es lo que cuesta más de aceptar (Mc 8,32; 9,32; 10,32-45).
- “Os haré pescadores de hombres” (17): seguir a Jesús es hacer lo que Él hace: anunciar la Buena Noticia a otros, hacer nuevos discípulos.