toda guerra deja al mundo peor que como lo había encontrado. Fratelli Tutti 261

aplicaos bien a fundamentar vuestra vocación de catequistas de los pobres. A. Chevrier, carta 114

 

asamblea regional 2023

 

 

Evangelio del Domingo

DOMINGO V DEL TIEMPO DE PASCUA -CICLO B - 2024

Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona

El próximo domingo, parábola de la vid y los sarmientos. “El fruto” que los discípulos podemos dar no depende sólo de nosotros. La acción de los cristianos, la transformación del mundo que pretendemos, no depende de la técnica con qué podamos actuar, ni de las estrategias, ni –en absoluto– de los medios económicos o del poder que podamos tener en el mundo. Los “verdaderos” “frutos” serán los que resulten de nuestra unión con Jesús, de nuestra atención a su persona, de nuestra apertura a la acción de su Espíritu que nos envía a los más pobres, a los que no tienen ningún poder ni siquiera los medios para vivir con un mínimo de dignidad.

Pauta para el Estudio de Evangelio personal o compartido en grupo

1. Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer

2. Anoto algunos hechos vividos esta última semana

3. Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo

4. Anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho... Me planteo mi relación con Jesús, como escucho su Palabra y le soy fiel. Y me pregunto si a través de la unión con Él vivo la unión con los demás discípulos, con la Iglesia.

5. Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor... Contemplo la acción de los cristianos que conozco. Y los frutos que dan respondiendo a la voluntad del Padre.

6. Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)

7. Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...

 

Notas por si hacen falta

 Notas sobre la imagen bíblica de la viña

 

  • En la tradición bíblica, la imagen de la viña es aplicada al pueblo de Israel, el Pueblo que Dios ha plantado y del cual se esperan buenas uvas. Esto lo encontramos especialmente en Is 5,1-7. Pero hay otros lugares en el AT que usan esta imagen (Is 3,14; 27,2-5; Jr 2,21; Os 10,1; Sl 80[79],9-20). El Nuevo Testamento recoge esta tradición, especialmente los evangelios sinópticos (Mt 20,1-15; 21,33-46; Mc 12,1-12; Lc 20,9-19).
  • El evangelio de Juan también se hace eco de esta tradición bíblica. Pero Jn, a partir de lo que esta imagen ya decía por si misma a los oyentes-lectores judíos, da nuevos pasos y le hace decir más.
  • Como el pasado domingo con la imagen del buen pastor (Jn 10,11-18), hoy encontramos un texto en el que Jn nos dice que Jesús habla de si mismo con esta fórmula del “yo soy” (1). Otros lugares de Jn en qué está esta fórmula de auto-revelación son: el pan de vida (Jn 6,35), la luz del mundo (Jn 8,12), la puerta (Jn 10,7), el pastor (Jn 10,11), la resurrección y la vida (Jn 11,25) y el camino, la verdad y la vida (Jn 14,6). Detrás de esta expresión está la experiencia del Éxodo (Ex 3,1-22): Dios se da a conocer a su pueblo con la acción liberadora, generando el paso de la esclavitud a la libertad; el nombre, yo soy el que soy (Ex 3,14), quiere expresar esta identidad del Dios que actúa liberando.

 Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio

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CUARTO DOMINGO DE PASCUA (DOMINGO DEL BUEN PASTOR) - CICLO B 2024

Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona

El próximo domingo es el del "Buen Pastor", expresión que puede confundir. Jesús es el Dios liberador, comprometido con los oprimidos. Este es el Dios "bueno", el Dios que libera de veras.

Pauta para el Estudio de Evangelio personal o compartido en grupo

1. Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer

2. Anoto algunos hechos vividos esta última semana

3. Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo

4. Anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...La fe que hemos renovado en la vigilia pascual, ¿me ha llevado a renovar, efectivamente, los compromisos que derivan de ella: dar la vida por los demás, conocer–amar a Dios y a los demás, trabajar por la “reunión de los hijos de Dios dispersos”...?

5. Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...¿A quien he visto que da la vida por los demás, a la manera de Jesús?

6. Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)

7. Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...

Notas por si hacen falta

Notas para situar el texto en el conjunto de la Biblia

 

  • El evangelista Juan pone muchas veces en boca de Jesús el yo soy: yo soy el pan de vida (Jn 6,35), yo soy la luz del mundo (Jn 8,12), yo soy la puerta (Jn 10,7), yo soy el pastor (Jn 10,11), yo soy la resurrección y la vida (Jn 11,25), yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn 14,6), yo soy la vid (Jn 15,1) ... Esta expresión evoca la experiencia del Éxodo (Ex 3,1-22): Dios se da a conocer a su pueblo con la acción liberadora, generando el paso de la esclavitud a la libertad; el nombre, yo soy el que soy (Ex 3,14) quiere expresar esta identidad del Dios que actúa liberando.
  • El evangelista, por lo tanto, identifica a Jesús con el Dios de la liberación. De este modo, la imagen del “pastor” (11.14) que encontramos en este pasaje, precedida del “yo soy”, tiene que entenderse, en primer lugar, desde esta clave: un “pastor” que libera.
  • La imagen del “pastor” ya había sido utilizada muchas veces en la Biblia (Is 40,11; Ez 34,15; 37,24; Sl 23,1; Sir 18,13; Hb 13,20; Ap 7,17; Mc 10,45). El “pastor” es el que cuida de las ovejas y las conduce a praderas en las que puedan comer y tengan vida. Leer más...

Ordinario - B - 11 17 junio 2018

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Evangelio según Marcos (4,26-34)

En aquel tiempo, 26 dijo Jesús a la gente:

–El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. 27 Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. 28 La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. 29 Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega.

30 Dijo también:

–¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? 31 Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, 32 pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas.

33 Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. 34 Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.



Pauta para hacer Estudio de Evangelio, personal o compartido

1

Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer

2

Anoto algunos hechos vividos esta última semana

3

Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo

4

Ahora anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...

Si ser discípulo de Jesucristo pasa por escucharlo, por acogerlo, ¿qué aspectos de mi vida quedan cuestionados y cuáles reafirmados?

5

Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...

¿En quién y en qué veo la experiencia de que el Reino de Dios está presente y crece con fuerza?

6

Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)

7

Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...



Notas por si hacen falta

 

Notas sobre el texto y su contexto

 

  • El texto de hoy lo encontramos, en el evangelio de Marcos, después de la parábola del sembrador y de su explicación (Mc 4,1-9.13-20), que recoge las palabras sobre el por qué de las parábolas (Mc 4,10-12), e inmediatamente después de la parábola de la lámpara debajo del celemín, acompañada de unos buenos cuestionamientos (Mc 4,21-25). Así pues, será bueno leer el capítulo 4 desde el comienzo, para ver que las parábolas no son, precisamente, ‘buenas maneras’ de decir las cosas. Si no hay actitud de escucha-acogida del Maestro, no nos dicen nada.
  • Estas parábolas, sacadas de contexto, podrían pasar por unas simples palabras amables de Jesús que todo el mundo puede entender. Ciertamente, lo son. Pero situadas en el conjunto del Evangelio de Marcos tienen otra fuerza.

 

Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio

 

  • La parábola de la semilla que crece sola (26-29) nos hace ver la fuerza del Reino: Jesús lo siembra con su acción evangelizadora, y Dios le abre paso de manera escondida y paradójica. Esta convicción se une a otra: el Reino llegará a su plenitud (29).
  • Tanto la iniciativa como el cumplimiento del Reino están en manos de aquel “hombre” (26.29). Sin embargo, la realización concreta pasa por cada persona que va creciendo y va dando frutos (27-28). Es una realización que se da en proceso.
  • La parábola del grano de mostaza (31-32) –como la de la levadura, que Marcos omite (Mt 13,33 y Lc 13,20-21)–, acentúa el contraste entre la pequeñez de los inicios del Reino de Dios y la grandeza que vendrá. Expresa lo que ya están viviendo los discípulos: la actividad de Jesús ha comenzado de manera muy sencilla, pero en ella ya se encuentra el vigor del Reino, presente en sus hechos y en sus palabras. Lo cual llena a los discípulos de la esperanza de que llegará un momento en que Dios establecerá plenamente su Reino.
  • El descubrimiento de la fuerza actual del Reino de Dios en acciones concretas, en la sencillez de actitudes llenas de humanidad, en palabras que hacen bien a quien las escucha... es la experiencia que hacemos en la Revisión de Vida o en la práctica de escribir en el Cuaderno de Vida. Es decir, mirando con los ojos de la fe la vida de las personas que tenemos alrededor, convencidos de que el Reino ya está entre nosotros (Lc 17,21).
  • Esta parábola del grano de mostaza, a cualquier judío que orase habitualmente con los salmos y conociese bien a los profetas, le recordaría diversos textos del Antiguo Testamento. Por ejemplo, la frase relativa a los pájaros que anidan en sus ramas (32) nos lleva al libro de los Salmos. Allí encontramos el versículo: sobre ellas habitan las aves de los cielos, dejan oír su voz entre la fronda (Sl 104[103],12). Si leemos el salmo entero, encontraremos una preciosa página de alabanza a Dios que tiene mucho en común con himnos de alabanza a las divinidades de otros pueblos vecinos de Israel.
  • También hay paralelos en los profetas. Y es interesante detenerse ante ellos porque nos reafirma en la esperanza del Reino de Dios que Él mismo planta, que Él hace crecer. Por ejemplo, Ezequiel presenta la restauración de Israel como el comienzo de la era mesiánica, y lo hace con la imagen de un cedro que Dios ha plantado: Echará ramaje y producirá fruto, y se hará un cedro magnífico. Debajo de él habitarán toda clase de pájaros, toda clase de aves morarán a la sombra de sus ramas (Ez 17,22-23). Lo mismo encontramos en el profeta Daniel (Dn 4,9.18). Para proponer la parábola Jesús toma una planta mucho más pequeña que no se impone por su presencia como se puede imponer un cedro. El Reino de Dios no se impone por la fuerza, ni se impone por tener una imagen (sea una imagen de poder, o de fidelidad a las esencias culturales... o, al contrario, imagen de simpatía, de modernidad...).
  • El texto termina con un resumen de la actividad de Jesús (33): evangelizar, es decir, anunciar la buena noticia de que Dios sigue actuando, dando vida, venciendo sobre el pecado y la muerte. Invitando, por eso mismo, a unirse a su dinámica, a poner la propia vida al servicio del Reino.
  • Sin embargo, haciendo este resumen de la acción evangelizadora de Jesús, el texto termina recordando la constatación que ya había hecho más arriba (Mc 4,12): que no todo el mundo es capaz de escuchar (34). “A sus discípulos”, aquellos que quieren escuchar, Jesús se lo explica todo (34).
  • Este detalle nos muestra la importancia de ser “discípulo” de Jesús: ser discípulo de Jesús es escucharlo. Escuchar y acoger. Se trata de actitudes humanas básicas, sin las cuales Jesús no puede ser entendido. Una vez más hay que decirlo: ser cristiano no es una cuestión ideológica sino que es seguir a una persona. Quizá nos hace falta releer y dejarnos cuestionar por lo que Jesús ha dicho un poco más arriba: Atended a lo que escucháis (Mc 4,24).