Guión para un Estudio de Evangelio. Josep Maria Romaguera Bach
3 noviembre 2019
Evangelio según Lucas (19,1-10)
En aquel tiempo, 1 entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. 2 Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, 3 trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. 4 Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí. 5 Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:
–Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.
6 Él bajó en seguida y lo recibió muy contento. 7 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo:
–Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador.
8 Pero Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor:
–Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más.
9 Jesús le contestó:
–Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán. 10 Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.
Pauta para hacer Estudio de Evangelio, personal o compartido
1
Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer
2
Anoto algunos hechos vividos esta última semana
3
Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo
4
Ahora anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...
¿Cómo lo hace Jesús para comunicar la Buena Nueva?
A propósito de la experiencia de Zaqueo me pregunto a mi mismo si me dejo “tocar” por Jesús, aquél a quien afirmo seguir. ¿Dejo que transforme mi vida a fondo?
5
Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...
¿Qué personas de mi entorno buscan a Jesús, quizás sin saberlo? ¿Qué medios tienen al alcance para encontrarlo?
6
Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)
7
Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...
Notas por si hacen falta
Notas para seguir el hilo del Evangelio
- Entre el evangelio del pasado domingo (Lc 18,9-14) y éste de hoy, si seguimos a Lucas, encontramos cuatro pasajes a tener en cuenta antes de entrar en la historia de Zaqueo: Jesús con los niños (18,15-17), Jesús con el hombre rico (18,18-30), el tercer anuncio de la muerte y resurrección a los Doce (18,31-34) y la curación de un ciego (18,35-43).
- En el texto de Lucas, estamos a las puertas de la Pasión. Después de la historia de Zaqueo y de la parábola de las minas (Lc 19,11-27) ya entramos en Jerusalén. Al final del camino va quedando claro qué significa seguir a Jesús. Zaqueo se ha fijado en Él y lo deja todo para seguirlo.
Fijémonos en Jesús para conocerlo más y amarlo y seguirlo
- “Entró… y atravesaba la ciudad” (1); “tenía que pasar por allí” (4): Jesús siempre se mueve hacia las personas, pasa por donde vive la gente para darse a ella, para traernos la misericordia de Dios.
- Hay mucha gente que sabe que Jesús se hace cercano, y “tratan de distinguir quien es” (3), aunque sea sólo por curiosidad.
- Es Jesús quien toma la iniciativa de entrar en la vida de Zaqueo: “tengo que alojarme en tu casa” (5). Así convierte en acción, una vez más, aquello que había dicho en parábolas (Lc 15): ¿no deja las noventa y nueve en el desierto, y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra? (Lc 15,4).
- “Levantó los ojos” (5): mira y se interesa por los más alejados, por los que no están entre “la gente” (3), mira a los ojos de la persona concreta, la llama por su nombre. Es el tú a tú lo que da la Buena Noticia, lo que evangeliza. Esta es la comunicación de calidad, la comunicación que re–crea.
- Su iniciativa, su llamada, su amistad gratuita, provoca alegría (6).
- Y hace posible la transformación de una vida destrozada por la riqueza (8). También aquí vemos que Jesús convierte en acción lo que antes había anunciado con palabras: Lo imposible para los hombres, es posible para Dios (Lc 18,27). El mismo Lucas, que recoge esta posibilidad, es el evangelista que cuestiona con más claridad la posesión de las riquezas, porque dificultan enormemente la “salvación” (9): ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo (Lc 6,24); Sucedió que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado. Estando en el reino de la muerte... (Lc 16,22-23); Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios (Lc 18,24-27).
- Su Palabra ayuda a interpretar los hechos, lo que Zaqueo está viviendo, la transformación que ha habido: “Hoy ha sido la salvación de esta casa...” (9-10).
- La Palabra de Jesús manifiesta sus convicciones, aquellas que ya ha manifestado con la acción. Así la acción se convierte en Buena Noticia, Evangelio: “éste es hijo de Abrahán” –es hijo de Dios– (9). Son las mismas convicciones del Padre.
- Finalmente, la Palabra –Buena Noticia– comunica cual es la misión de Jesús, misión que, antes, ya se ha hecho acto: darse a los que se han excluido o han sido excluidos (10). Esta es la opción del Padre, que lo ha ungido con el Espíritu y lo ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos (Lc 4,18).
Miremos quién es Zaqueo y cuál es su experiencia
- Es “jefe de publicanos” (2), que se ha enriquecido a base de engaño –los publicanos caían fácilmente en la extorsión y en las ganancias abusivas (Lc 3,13)–. Como todos los publicanos, tiene fama de “pecador” (7). Es pequeño –“bajo de estatura” (3)–, a pesar de ser muy rico.
- Desde su realidad tiene interés en ver a Jesús (2-3). Es atraído por Jesús, y se deja seducir por Él (Jr 20,7).
- Sabe dónde puede encontrarlo y pone medios para verlo, superando así las dificultades que tiene (4).
- Se pone “muy contento” por el encuentro con Jesús (6).
- Con actitudes –“en pie” (8)– y con palabras –“Señor” (8)– reconoce a Jesús como Señor, es decir, su condición divina.
- Se deja tocar por aquel a quien ha acogido: recibir a Jesús en casa le transforma la vida radicalmente (8). Desde este momento, Zaqueo muestra una gran generosidad. La “restitución” del dinero” (8) la hubiese podido hacer según las disposiciones de la Ley menos exigentes: lo restituirá íntegramente, añadiendo un quinto más, y lo devolverá a quien lo poseía en el día en que se hizo culpable (Lv 5,21-24; Nm 5,6-7). En cambio, la hace según las prescripciones más exigentes: Si un hombre roba un buey o una oveja, y los mata o vende, pagará cinco bueyes por el buey, y cuatro ovejas por la oveja (Ex 21,37); Pagará cuatro veces la oveja por haber hecho semejante cosa y por no haber tenido compasión (2Sa 12,6). Así Zaqueo hace de su vida un cántico a la misericordia de Dios, como María: a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos (Lc 1,53).
- La transformación de su vida (8) se ha producido al estilo de Jesús, el que se da a los pobres (10).