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Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo - B. 2021

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Estudio de Evangelio. Sebas Gil Martín, diócesis de Ávila

 

6 junio 2021. Marcos 14,12-16.22-26

 

“Envía a dos de sus discípulos a prepararle la cena de despedida”. Parece que son ellos los que tienen la iniciativa, pero no, es Jesús quien los envía a preparar la cena de Pascua.

Da la impresión como si lo tuviera todo previsto, la sala en la que van a cenar, las personas con las que se van a encontrar. Jesús quiere que sea una cena especial, la sala es grande y arreglada con divanes. Es “el primer día de los ázimos” una fiesta importante en la que celebraban la liberación de la esclavitud en Egipto. Los acontecimientos importantes hay que prepararlos, no se pueden improvisar. Para ellos, como judíos, es una cena que les une con la tradición de su pueblo.

Los discípulos acogen la propuesta de Jesús, no discuten, son dóciles a la propuesta del maestro.

 

Jesús, en medio de esa cena “mientras estaba comiendo”, inaugura la eucaristía a través de gestos y palabras, haciendo una relectura de la fiesta de la Pascua judía, identificándolas con la entrega de si mismo.

 

“Tomad, esto es mi cuerpo” Identifica el pan partido con su cuerpo y la copa e vino compartida con su sangre. “Esta es mi sangre” Jesús está resumiendo el sentido de su vida y anticipa el sentido de su muerte como entrega hasta el extremo.

El ritual de la Pascua judía centrado en el cordero pascual, es a partir de ahora la celebración de la Nueva Alianza, sellada ahora no con la sangre de un cordero, sino con la de Cristo.