Domingo 4º T.O. - C. 2022

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Pauta para un Estudio de Evangelio. Josep Maria Romaguera Bach, diócesis de Barcelona

Seguimos en la sinagoga de Nazaret. Pero solo por un rato, porque Jesús es expulsado y llevado al precipicio para matarlo. Pero él “se abrió paso entre ellos y seguía su camino”, lo cual nos anticipa su muerte y su resurrección. Por su misterio pascual Cristo sigue abriéndose paso “hoy” saliendo de las cerrazones hacia la libertad, saliendo de los exclusivismos hacia la acogida y la liberación de los pobres, cautivos, ciegos, oprimidos, de “viudas” y “leprosos”, de los extranjeros

 

30 enero 2022. Evangelio según Lucas (4,21-30)

En aquel tiempo, en la sinagoga Jesús 21 comenzó a decir:

–Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír.

22 Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían:

– ¿No es este el hijo de José?

23 Pero Jesús les dijo:

–Sin duda me diréis aquel refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”, haz también aquí, en tu pueblo, lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún.

24 Y añadió:

–En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. 25 Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; 26 sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. 27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio.

28 Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos 29 y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo. 30 Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.

 

1

Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer

2

Anoto algunos hechos vividos esta última semana

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Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo

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Ahora anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...

En la historia de nuestro pueblo (el propio movimiento, la propia parroquia, comunidad...), ¿qué experiencias concretas recordamos de la intervención de Dios en favor de los más desvalidos?

5

Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...

Aquellos que Dios visita con su liberación, los extranjeros pobres, ¿qué lugar tienen entre nosotros, en nuestra comunidad, en los ambientes en los que nos movemos?

6

Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)

7

Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...

 

Notas por si hacen falta

 

Notas para seguir el hilo del Evangelio

 

  • Hoy retomamos el Evangelio dónde lo dejábamos el pasado domingo. El primer versículo de hoy es el último que leíamos hace una semana. Y lo que viene después ya fue en parte mencionado en la ficha correspondiente, porque hay una unidad difícil de omitir.
  • Por lo tanto, hoy es importante que releamos todo el conjunto: Lc 4,16-30).

 

Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio

 

  • En Jesús se hace presente “hoy” (21) la promesa de la salvación de Dios que los profetas anunciaban para los pobres, cautivos, ciegos, oprimidos (Lc 4,18).
  • Las “palabras de gracia” (22) se refieren a la gracia que viene de Dios y de su palabra. Es lo que el mismo Jesús remarcó en el desierto (Lc 4,4) citando Dt 8,3: quería mostrarte que no sólo de pan vive el hombre, sino que vive de todo lo que sale de la boca del Señor. La misma palabra la encontramos cuando Lucas nos habla de la predicación de los apóstoles en el libro de los Hechos (Ac 14,3; 20,24.32).
  • “¿No es este el hijo de José?” (22): La gente presente en la sinagoga expresa las dificultades que existen para aceptar que aquello que se espera de Dios –las “palabras de gracia”– se pueda realizar y encontrar en un hombre. Podemos recordar aquí aquello de san Juan: la Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria (Jn 1,14).
  • “Lo que has hecho en Cafarnaún” (23): El evangelio todavía no ha explicado la actividad de Jesús en Cafarnaún, que comenzará pronto (Lc 4,31-41). Pero aquí se hace referencia a ella porque esta escena de Jesús en la sinagoga de Nazaret (Lc 4,16-30) anuncia ya muchos elementos posteriores: es casi una síntesis de la misión de Jesús y de las reacciones que provoca.
  • Jesús, además de actualizar –“hoy” (21)– la acción de Dios en favor de los pobres (Lc 4,18), recuerda a sus oyentes que Dios, a lo largo de la historia del pueblo, ya se ha hecho presente entre los más desvalidos: “viudas”, “leprosos” ... extranjeros (25-27). Recordando estos episodios (1Re 17,1.9; 18,1; 2Re 5,1-14) en que Elías y Eliseo actúan en favor de personas extranjeras, Jesús manifiesta que su propia misión va destinada a todos los pueblos y no sólo a Israel. También los paganos son llamados a la salvación (Ac 28,23-28). Ahora, “hoy”, Jesús hará presente esta intervención de Dios con su palabra y acción.
  • Este recuerdo de la historia de la salvación pasa por denunciar que “en Israel” (25.27) no se ha aceptado esta intervención de Dios. Y, además, pasa por decir que en “Sarepta” (26) y en “Siria” (27), es decir, en otros pueblos, extranjeros, sí que la han aceptado. Y esto todavía les es más difícil de asumir a los judíos (28-29) que entienden en un sentido restrictivo y exclusivista que son pueblo escogido.
  • Detrás de este relato del evangelista Lucas hay una experiencia dolorosa en las primeras comunidades: los cristianos que proceden del pueblo de Israel tienen dificultades para aceptar que los de procedencia no israelita también reciben la Buena Noticia de la salvación de Cristo.
  • El final de esta escena (28-30) nos anticipa la muerte y resurrección de Jesucristo. Que “lo echaron fuera del pueblo... hasta el monte... con intención de despeñarlo” (29) nos recuerda la pasión y muerte. Y que “se abrió paso entre ellos y seguía su camino” (30) nos transporta a la resurrección. Por su misterio pascual Cristo sigue abriéndose paso (30) “hoy” (21) saliendo de las cerrazones hacia la libertad, saliendo de los exclusivismos hacia la acogida y la liberación de los pobres, cautivos, ciegos, oprimidos (Lc 4,18), de “viudas” y “leprosos” (25-27), de los extranjeros.