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Domingo 4º Pascua A_2023

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Estudio de Evangelio. Francisco M. Sánchez Ramírez, diócesis de Granada

 

30 abril 2023. Jn 10, 1-10

Los primeros cristianos, enseguida entendieron la resurrección de Jesús como el triunfo del camino que Él enseño y recorrió. Dios le ha dado la razón, su camino de vida, es el único que nos lleva a una vida auténtica y plena. Es más, al resucitarlo, Dios nos lo ha regalado como Señor y Mesías. No sólo nos ha mostrado el camino de la vida, sino que él se ha puesto a la cabeza, junto a nosotros, para que podamos recorrerlo "Todo Israel esté cierto de que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías.»
 
Dos imágenes muy bellas en el evangelio de Juan nos muestran el modo en que Jesús es Señor y Mesías: Jesús va delante de nosotros como Pastor, él es también la Puerta a la vida verdadera.
 
  1. BUEN PASTOR: Jesús es el LEGÍTIMO PASTOR porque entra por la puerta, a diferencia de los ladrones y bandidos. Es el único que siente y ama a la humanidad como algo suyo, la lleva en su corazón como lo más preciado y sólo busca su bien, “que Tengan vida y vida en abundancia”. Los otros se acercan para aprovecharse, para utilizar según conveniencia, mientras que Jesús, entrega su vida entera para que tengan vida abundante. En la vida hay mucho ladrón y bandido, muchos falsos líderes y muchas puertas que ofrecen falsas alternativas que no desembocan en una vida libre, feliz y  plena para la gente.
 
Jesús es un PASTOR AUTÉNTICO, porque conoce por su nombre a cada una de sus ovejas, no son para él  un número, ni un voto, sino que las conoce y las ama en lo más profundo. Sabe de sus alegrías y penas y las comparte. Por eso ellas escuchan su voz.  Su voz, su Palabra su Camino le suena a auténtico.
 
El buen Pastor, además, las saca afuera y las alimenta. Quien le sigue se siente verdaderamente libre y satisfecho en sus aspiraciones más profundas. Jesús no quita nada, lo da todo.
 
  1. Jesús es también LA PUERTA DE LAS OVEJAS. Jesús es una puerta abierta que conduce a una vida plenamente humana, libre, plena, eterna. Quien cruza el umbral accede a una manera totalmente nueva de vivir que libera, humaniza plenifica. Esta puerta tiene tres características:
 
  1. Conduce a la salvación "quien entre por mí se salvará": Su manera de vivir es el único camino abierto que conduce a una vida plenamente feliz y humana.
 
Porque se siente profundamente amado por el Padre, Jesús vive con total agradecimiento y confianza en él entregándose sin reserva a los demás. No guarda su vida para sí, no vive como los demás desde la ambición, la  violencia, el dominio, sino que se desvive por el bien de sus hermanos: para dar su vida, prefiere padecer la violencia antes que ejercerla. Servir dando la vida es la única que nos hará felices de verdad.
 
  1. Nos da la auténtica libertad podrá entrar y salir. No es libre quien vive esclavo de lo que le apetece, sino quien ama como Jesús, quien vive para el bien de los demás. Libera una religión para la que poner en el centro a Dios se traduce en poner en el centro al ser humano.
 
  1. Colma las aspiraciones más profundas encontrará pastos. No pasará hambre ni sed, sentirá colmadas sus aspiraciones más profundas. Quien a Dios tiene nada le falta, solo Dios basta, dirá santa Teresa.
 
¿Qué tenemos que hacer? Los cristianos estamos especialmente llamados a responder a esta pregunta que escuchó Pedro tras su primer discurso el día de Pentecostés y que este domingo podemos leer en la primera lectura.
 
No hay respuestas hechas ni sencillas, sabremos responderla en la medida en la que volvamos con sinceridad a Jesus, pastor y guardián de nuestras almas.  revitalizando nuestra relación con Él.
 
En la medida que busquemos entrar por la puerta que es Jesús, y escuchemos su voz en los que sufren.
 
En la medida en que abramos puertas nuevas para darlo a conocer a los demás con creatividad y audacia.  En la medida que testimoniemos a quien más lo necesita, que en la vida no caminamos solos abandonados a nuestra suerte, sino que somos conocidos, acogidos, amados, acompañados por Dios, en Jesús el _Buen Pastor.
 
Señor, Pastor Bueno, gracias porque siempre estás a nuestro lado. Vas delante abriendo caminos, y vas también a nuestro lado compartiendo cada paso del camino y del trabajo evangelizador.
 
Danos tu Espíritu que ilumine nuestros ojos y encienda nuestro corazón, para verte siempre a nuestro lado y superar todo miedo y desánimo en las situaciones de dificultad. Que tu Espíritu nos ayude a ser, cada día de manera más clara,  signos de tu presencia de Buen Pastor y amigo de la humanidad, para que todos te puedan encontrar como Aquel que ofrece la vida en abundancia.