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DOMINGO XI TIEMPO ORDINARIO CICLO A 2023

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Estudio de Evangelio.  Moisés Mesa López Diócesis de Granada
En este Evangelio del Domingo XI del Tiempo Ordinario nos encontramos con la elección de los doce y su Misión.
 
Podemos ver como Jesús llama a los Doce  por sus nombres, es decir existe ya un conocimiento previo de cada uno. En el caso de la Iglesia actual, cada uno de los cristianos somos llamados también por parte de Jesús para realizar una misión, siendo él mismo el que nos da las herramientas para poder realizarla, lo que el Evangelio de hoy llama “les dio poder”.
 
Pero lo primero que nos muestra Jesús es su opción de vida, vemos como Jesús se compadece, es decir, Jesús padece con todos los que sufren, esto es porque él mismo se humilla, se hace pequeño y los llega a entender, porque se sitúa a su nivel. ¿Cuántas veces nosotros mismos, actuamos diferente? Me refiero a actuar, no de igual a igual con los pobres, sino con una mirada paternalista, una mirada de arriba abajo, lo que denota que nos creemos más o mejores que ellos.
 
Si nos fijamos en el contexto podemos observar, que Jesús se preocupa por curar a ciegos, a la hemorroisa, a la hija de Jairo, a un endemoniado, pero si miramos el texto, Cristo no solo se centra en eso, sino que se enfoca también en el cansancio y el abandono de las personas. Posiblemente cansadas de que les guiemos por una fe plagada de normas, de esto está bien y esto mal, vivir la fe desde el cumplimiento. Es llamativo que incluso los cristianos sigan preguntando, ¿Tal día hay que venir a misa? Y yo me pregunto, ¿Qué es la Eucaristía para quien pregunta esto? Una obligación o la posibilidad de poder vivir íntimamente unidos a Cristo y al resto de la comunidad. Esto se puede dar también por parte de aquellos que tienen una responsabilidad en la Iglesia, como puede ser el caso de Cáritas, donde nos conformamos con dar de comer, pagar facturas, pero y el llevarles a Cristo, y el acompañar en la enfermedad y en la soledad, y el estar presente.
 
Cristo nos dice que parecen ovejas que no tienen pastor y es así, a veces los pastores somos educados como en otro siglo, nos contentamos con celebrar la Eucaristía, ¿Pero eso es todo? Cada vez hay más gente que no conoce a Jesús, y que por supuesto la Eucaristía le suena a algo raro, porque no entienden los signos, no entienden las ropas, no entienden el porqué es necesaria la Iglesia. A veces buscamos que tengan una experiencia de fe, cuando ni siquiera le hemos presentado a Jesús, cuando no han leído el Evangelio.
 
Jesús no actúa así en el Evangelio, él es cercano, el habla con ellos, va donde se encuentran, busca a los pescadores en el lago, al recaudador en la ciudad, pero al inicio es él quien busca, no es él el que espera a que vengan.
 
El señor nos invita a pedir al padre trabajadores de la mies, pero con una coherencia de vida, pedid, pero estar al servicio, luchad por los pobres, visitad al abandonado, acompañad al enfermo, guiad a la gente hacia mí, estad con aquellos marginados sociales. En definitiva sed otros Cristos para el mundo.