Pauta para un Estudio de Evangelio. Josep Maria Romaguera Bach, diócesis de Barcelona
Más parábolas. Uno de los mensajes del próximo domingo: Hacerlo todo, decidirlo todo, vivirlo todo ... por el Reino de Dios.
30 julio 2023. Evangelio según Mateo (13,44-52)
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
44 –El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder, y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
45 El Reino de los Cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, 46 que al encontrar una de gran valor se va a vender todo lo que tiene y la compra.
47 El Reino de los Cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: 48 cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
49 Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos 50 y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
51 –¿Entendéis bien todo esto?
Ellos le contestaron:
–Sí.
52 El les dijo:
–Ya veis, un letrado que entiende del Reino de los Cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.
1
Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer
2
Anoto algunos hechos vividos esta última semana
3
Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo
4
Anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...
Me fijo en como el “tesoro” del Reino –hecho de cosas nuevas que descubro cada día y de cosas viejas que he recibido de quienes han hecho camino antes que yo– va marcando mi vida.
5
Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...
En esta vida que contemplo, ¿qué veo y oigo del Reino que me llene de “alegría”?
6
Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)
7
Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...
Notas por si hacen falta
Notas para seguir el hilo del Evangelio
- Este domingo terminamos con el conjunto de las parábolas de Jesús que Mateo recoge en el capítulo 13.
- El evangelista ha ido dando explicaciones del por qué de las parábolas (Mt 13,10-17.34-35) indicando que son el medio para revelar el plan de Dios.
- Es normal, entonces, que en todas las parábolas de este capítulo Jesús comience diciendo siempre lo mismo: “El Reino de los Cielos se parece a...”. La única excepción es la primera, la del sembrador.
Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio
- Les parábolas del “tesoro” (44) y de “la perla” (45-46) destacan el valor incomparable del Reino de Dios. Es tan valioso que, quien lo encuentra y hace de él su opción, toma o deja cualquier otra cosa en función del Reino. También destacan la alegría (44) de quien llega a conocer este Reino.
- Con estas parábolas Jesús invita a hacer una opción radical por el Evangelio.
- Ya antes la Biblia había utilizado la imagen del tesoro para dar relieve a cosas como los mandatos del Señor, la sabiduría, la prudencia y la inteligencia (Pr 2,1-4).
- La parábola de la red (47-50), como la parábola del trigo y la cizaña del pasado domingo (Mt 13,24-30), recuerda que en el mundo conviven los “buenos” y los “malos”. Aquí, sin embargo, el acento no recae tanto en esta convivencia, que tenemos que llevar con paciencia y sin juicios a las personas, sino sobre la separación que habrá al fin de los tiempos y la suerte que amenaza a los que ahora hacen el mal (49-50).
- Hay que recordar, de todos modos, que en la explicación de la del trigo y la cizaña también se apuntaba hacia el final, poniendo el énfasis en que el juicio (Mt 13,30.39-41) corresponde únicamente a Dios. Por lo tanto, habrá que respetar el ritmo de la historia, aceptar el tiempo en el que el bien y el mal coexisten uno al lado del otro. Ello no equivale a restar pasivo. Hay que discernir aquello que es bueno, y potenciarlo, y aquello que no lo es, y luchar en contra. Y trabajar en favor del Reino, optando radicalmente por Jesús. Pero sin juzgar –y, mucho menos, condenar– a nadie.
- Precisamente la capacidad de discernir es lo que pide Salomón en la primera lectura de este domingo: Concede a tu siervo, un corazón atento para juzgar a tu pueblo y discernir entre el bien y el mal. Pues, cierto, ¿quién podrá hacer justicia a este pueblo tuyo tan inmenso? (1Re 3,5.7-12).
- “El rechinar de dientes” (50) –ya aparecía el pasado domingo (Mt 13,42)– es una imagen bíblica que expresa la indignación de los malvados ante la felicidad de los justos. El evangelio según Mateo la utiliza a menudo (Mt 8,12; 13,42.50; 22,13; 24,51; 25,30). También “el horno encendido” (50) aparece otras veces (Mt 13,42; Dn 3,6).
- El último versículo de este texto (52) se refiere probablemente a la relación que existe entre el Antiguo Testamento y el Evangelio. Es un tema recurrente en san Mateo: el plan de Dios ya había sido anunciado en el Antiguo Testamento y ahora se ha realizado plenamente en Jesús. Por lo tanto, el/la discípulo/a de Jesús conserva las riquezas de la antigua alianza y añade a ellas la novedad del Reino de Dios. Esta novedad le llega gracias a la revelación del designio secreto de Dios (Mt 13,11.16-17).