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SEXTO DIMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO -CICLO C- 2025

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Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona

 El evangelio nos regala este domingo el relato de las bienaventuranzas. Con la contraposición entre las bienaventuranzas y las amenazas, Lucas presenta el Reino de Dios como la inversión de la situación actual: Dios opta por darse, por dar su Reino, a quienes ahora y aquí se encuentran en necesidad. Es una opción que no justifica de ninguna manera esta situación injusta: por eso aparecen enseguida y en paralelo las amenazas a los “ricos, saciados...”. Se trata de invertirlo ahora y aquí.

 

Pauta para el Estudio de Evangelio personal o compartido en grupo

1. Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer

2. Anoto algunos hechos vividos esta última semana

3. Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo

4. Anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho... Según el evangelio, la situación normal de quienes seguimos a Jesús es la de ser como él: “pobres”, crucificados... pero “dichosos” de seguir este camino. ¿Es lo que constato mirándome a mí mismo y a la Iglesia? ¿En qué estoy/estamos cerca y en qué lejos de Jesús?

5. Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor... ¿De qué experiencias de seguimiento de Jesús he sido testigo?

6. Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)

7. Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...

 

Notas por si hacen falta
 
Notas para seguir el hilo del Evangelio
 
  • Entre la llamada a Simón y a sus compañeros pescadores (Lc 5,1-11), texto que nos regalaba la misa del pasado domingo, y esta proclamación de las bienaventuranzas (Lc 6,17ss), el evangelista Lucas ha puesto mucha vida: otra llamada (Lc 5,27-32), algunas curaciones (Lc 5,12-26; 6,6-11) y algunas discusiones (Lc 5,33-6,5).

  • Y, justo antes de este ‘sermón del llano’ que hoy comenzamos, dice que Jesús salió al monte a orar (Lc 6,12) y que después de la oración llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que dio el nombre de apóstoles (vv. 13-16). Son los que bajan con él hacia el “llano” al encuentro del “grupo grande de discípulos” (17).

  • También es bueno que tengamos en cuenta a la “gran muchedumbre del pueblo” (17) que venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades. Los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos (Lc 6,18-19). Son dos versículos que la liturgia ha dejado de lado para ir directamente al texto de las bienaventuranzas y las amenazas; sin embargo, son una ayuda para entenderlas, ya que explican la motivación de aquellos que se habían reunido en el llano.

  • Con la proclamación de las bienaventuranzas a los pobres, Jesús da cumplimiento a la profecía que él mismo leía en la sinagoga de su pueblo: enviado a llevar la buena nueva a los pobres (Lc 4,18).

 
Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio