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Domingo 4º cuaresma - C

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Propuesta de Josep Maria Romaguera

Avanzamos. El próximo domingo nos regalan la parábola del padre que lo da todo a sus hijos, comenzando por la libertad. Muchas cosas se pueden señalar en esta parábola. Pongo una: la Eucaristía que celebramos, figura del Reino, es el lugar en donde un/a hermano/a es invitado a acoger a otro/a.
¡Que vaya bien!

Evangelio según Lucas (15,1-3.11-32)

En aquel tiempo, 1 solían acercarse a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. 2 Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: 

–Ése acoge a los pecadores y come con ellos.

3 Jesús les dijo esta parábola:

11 –Un hombre tenía dos hijos; 12 el menor de ellos dijo a su padre:

»–Padre, dame la parte que me toca de la fortuna.

»El padre les repartió los bienes. 13 No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. 14 Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. 15 Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. 16 Le entraban ganas de llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de comer. 17 Recapacitando entonces, se dijo: “Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. 18 Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; 19 ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros.” 20 Se puso en camino adonde estaba su padre,

»Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo. 21 Su hijo le dijo:

»–Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.

22 »Pero el padre dijo a sus criados:

»–Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; 23 traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, 24 porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado.

»Y empezaron el banquete.

25 »Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, 26 y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba. 27 Éste le contestó:

»–Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud.

28 »Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo. 29 Y él replicó a su padre:

»–Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; 30 y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado.

31 »El padre le dijo:

»–Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo: 32 deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado.

 

Pauta para hacer Estudio de Evangelio, personal o compartido

1

Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer

2

Anoto algunos hechos vividos esta última semana

3

Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo

4

Ahora anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...

Contemplo a este Jesús cercano a las personas. Lo descubro cercano a mí y a las personas que tengo alrededor. Lo descubro también cercano a aquellas personas que están lejos de mí. Y doy gracias por ello.

5

Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...

¿Qué testimonios encuentro ahí de perdón incondicional que me recuerden lo que Jesús nos muestra del Padre? Y yo mismo/a, ¿qué experiencia tengo de este perdón que libera y renueva... y llena de alegría?

6

Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)

7

Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...

 

Notas por si hacen falta

 

Notas sobre la lectura de esta parábola

 

–  Tradicionalmente leemos la llamada parábola del hijo pródigo, fijándonos en la figura del hijo menor. Él, como los “publicanos y los pecadores” (1) se convierte en el centro y el lector se identifica con él para darse cuenta de que tiene que volver al Padre.

–  En cambio, el protagonista de la parábola es el Padre. Si queremos volver al Padre, conviene que nos fijemos más en Él que en nosotros mismos.

 

Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio

 

 

Otra mirada sobre el hijo “menor” (¡con ganas de ver a Jesús por todas partes!)

 

-      se va de la casa del Padre y viene a convivir con nosotros (13)

-      asume la realidad humana en toda su dureza (14-16; Fl 2,6-8)

-      “derrocha” los bienes del Padre (13.30) –gasta la vida– con los pecadores

-      encuentra el rechazo de los que se creen justos (2.29)

-      incluso asume el pecado de todos y pide perdón al Padre (21; Lc 23,34). Es quien carga con el pecado del mundo (Jn 1,29).