El cuarto día de asamblea escuchamos los testimonios de los prados de Medio Oriente (Líbano, Jordania, Egipto y Siria), Reunión, Ecuador, Portugal, Vietnam y Caribe. El compañero del Líbano ha compartido
la llamada para anunciar a Jesucristo liberándose de la vergüenza y el miedo y desarrollar la esperanza y la confianza en el otro. He percibido la importancia de la relación de los pequeños prados con otros prados así como del acompañamiento desde Lyon para su desarrollo. Ha sido interesante escuchar cómo el mismo carisma toma formas distintas en disto tos contextos.
Les tocó el turno a Xosé Xulio y a Michel Delannoy para ofrecernos sus testimonios como primer asistente y responda le general respectivamente. Xoxé Xulio indicó, entre otras, estas características que, a su juicio, debe acompañar a las personas elegidas para una dedicación plena al prado general: una buena salud física, psíquica y espiritual; una disposición para la reflexión, la profundización y el discernimiento; un buen conocimiento del carisma pradosiano; capacidad para animar la vocación pradosiana y gobernar el instituto. Insistió en la necesidad de potenciar la vida comunitaria-fraterna entre las tres personas liberadas en Lyon, así como el discernimiento comunitario sobre los distintos aspectos de la vida del Prado. Nos invitó a dejarnos conducir por el Espíritu en la elección y a los elegidos a recibir la elección como Gracia.
Michel Delannoy relató cómo había vivido su responsabilidad como respuesta a la llamada de Dios. Eso supone vivirla desde sus fragilidades y pobrezas, así como aceptar el paso por la cruz. Se detuvo haciendo memoria de su cercanía a los pobres también en el tiempo de desarrollo de su ministerio de responsable general. También aludió a la vivencia compartida de sus responsabilidad con los dos asistentes. En segundo lugar expuso su encuentro con los hermanos pradosianos de otros países, descubriendo la obra que Dios está haciendo entre ellos. En tercer lugar hizo algunas propuestas, de las que destaco la de avanzar en una mayor corresponsabilidad de los prados erigidos con el prado general en la tarea de apoyar a los prados pequeños. Terminó confesando que la responsabilidad le había transformado.
Hubo un tiempo para enumerar algunos criterios de cara a la elección de los tres permanentes. Coincidieron varias intervenciones en apuntar que el criterio de elección no es el de representar a un determinado país o continente, sino el de escoger a personas capacitadas para pensar en global y trabajar por el bien común de la totalidad del Prado. No obstante, también apareció la conveniencia de que haya pluralidad en el origen continental de las tres personas elegidas. A continuación algunos responsables regionales ofrecieron los nombres de personas a las que consideraban adecuadas para ejercer las tres responsabilidades.
Manu de las Fuentes
