CUARTO DOMINGO DE PASCUA (DOMINGO DEL BUEN PASTOR) - CICLO B 2024

Visto: 645

Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona

El próximo domingo es el del "Buen Pastor", expresión que puede confundir. Jesús es el Dios liberador, comprometido con los oprimidos. Este es el Dios "bueno", el Dios que libera de veras.

Pauta para el Estudio de Evangelio personal o compartido en grupo

1. Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer

2. Anoto algunos hechos vividos esta última semana

3. Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo

4. Anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...La fe que hemos renovado en la vigilia pascual, ¿me ha llevado a renovar, efectivamente, los compromisos que derivan de ella: dar la vida por los demás, conocer–amar a Dios y a los demás, trabajar por la “reunión de los hijos de Dios dispersos”...?

5. Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...¿A quien he visto que da la vida por los demás, a la manera de Jesús?

6. Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)

7. Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...

Notas por si hacen falta

Notas para situar el texto en el conjunto de la Biblia

 

  • El evangelista Juan pone muchas veces en boca de Jesús el yo soy: yo soy el pan de vida (Jn 6,35), yo soy la luz del mundo (Jn 8,12), yo soy la puerta (Jn 10,7), yo soy el pastor (Jn 10,11), yo soy la resurrección y la vida (Jn 11,25), yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn 14,6), yo soy la vid (Jn 15,1) ... Esta expresión evoca la experiencia del Éxodo (Ex 3,1-22): Dios se da a conocer a su pueblo con la acción liberadora, generando el paso de la esclavitud a la libertad; el nombre, yo soy el que soy (Ex 3,14) quiere expresar esta identidad del Dios que actúa liberando.
  • El evangelista, por lo tanto, identifica a Jesús con el Dios de la liberación. De este modo, la imagen del “pastor” (11.14) que encontramos en este pasaje, precedida del “yo soy”, tiene que entenderse, en primer lugar, desde esta clave: un “pastor” que libera.
  • La imagen del “pastor” ya había sido utilizada muchas veces en la Biblia (Is 40,11; Ez 34,15; 37,24; Sl 23,1; Sir 18,13; Hb 13,20; Ap 7,17; Mc 10,45). El “pastor” es el que cuida de las ovejas y las conduce a praderas en las que puedan comer y tengan vida.

 

Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio

 

  • En este pasaje, a “pastor” se le añade el calificativo de “bueno” (11.14). Lo cual no tiene que llevarnos a lo que sugieren determinadas esculturas o pinturas –incluso cierta literatura piadosa–, de un Jesús blando y pasivo, que se resigna y hace que nos resignemos ante la “maldad” de los demás. No tiene nada que ver. Jesús es el “pastor bueno”, es decir, el de verdad, el auténtico. Se expresa, entonces, la cualidad de este pastor, del mismo modo que se decía que el vino era “el bueno” (Jn 2,10), o que se dirá de las obras (Jn 10,32), o que la parábola de los sinópticos lo dice de la tierra (Mt 13,8). Más que el buen pastor, Jesús es el pastor bueno.
  • Como habían hecho los profetas (Jr 23,3ss; Ez 34,10ss), esta cualidad de Jesús como pastor bueno es puesta en contraste con el que no es bueno: “el asalariado” (12), el mercenario. Con este contraste se pone de relieve lo que se está diciendo sobre Jesús y su misión: viene a “dar la vida” (11) sin pedir nada a cambio, de forma totalmente gratuita. Es lo que celebramos en la Pascua.
  • Que “da la vida” (11.15.17.18) significa que se arriesga para defender a sus ovejas (12-13). Es decir, Jesús se compromete con nosotros, se acerca a quienes están en los márgenes, a los enfermos, a los pobres... come con los pecadores y los incorpora a su grupo... Se compromete.
  • Jesús “da la vida” en la medida en que Él es “la vida” (Jn 14,6; 1,4; 11,25). La fe en Él –que hemos renovado en la Pascua– nos conduce a participar de esta vida (Jn 20,31; 3,15). La consecuencia: los creyentes en Él daremos la vida por los demás (Jn 15,13; 1Jn 3,16).
  • Conocer” (15.16) es una palabra que, en la Biblia, y en Jn especialmente, está estrechamente relacionada con “amar”. Jesús está hablando del amor entre Él y nosotros (14), un amor que viene del amor que hay entre el Padre y el Hijo (15).
  • La unión entre todos los hijos de Dios que estaban dispersos (Jn 11,52), toda la humanidad, que incluye “otras ovejas” (16), no sólo los judíos, será una realidad gracias a Jesús y a su muerte generosa.
  • Entregar la vida para recuperarla” (17-18): es la Pascua, la muerte y resurrección de Jesucristo.