Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
El Evangelio de este domingo próximo, a diferencia de los anteriores es corto. Son solamente cuatro versículos pero dicen dicen mucho. Que nos ayuden a contemplar a Jesús, el Pastor de nuestras vidas. Contemplarlo, escucharlo, seguirlo en todo y para todo de cerca, y darlo a conocer para que otros también puedan disfrutar.
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
La presencia del Resucitado lo ha cambiado todo. Él es el día, la luz que hace ver las cosas de otra manera. Él abre puertas. Habiéndolo reconocido ya no hay cerrazón.
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
El evangelio de este domingo contiene dos escenas: la primera (1-2), con “María Magdalena” como protagonista que angustiada ante el sepulcro vacío va en busca de los apóstoles. Ella conduce a la segunda (3-9), en la que aparecen como protagonistas “Simón Pedro” y “el otro discípulo”. Algo nuevo ha acontecido. El inicio destaca que estamos en “el primer día de la semana” . Esta expresión sugiere comienzo, nueva creación...
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
"El primer día de la semana, de madrugada, las mujeres fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado. 2 Encontraron corrida la piedra del sepulcro. 3 Y entrando, no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. 4 Mientras estaban desconcertadas por esto, se les presentaron dos hombres con vestidos refulgentes. 5 Ellas quedaron despavoridas y con las caras mirando al suelo..." (Lc 24, 1-5)
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
La primera lectura es el IV cántico del siervo de Isaías que "justificará a muchos" tomando "el pecado de muchos" e intercediendo "por los pecadores". En el evangelio leemos la pasión de Nuestro Señor Jesucristo según san Juan (18,1-19,42). Jesús sabía que había llegado su hora y sabiendo todo lo que le venía encima, en el huerto de los olivos toma la iniciativa. No le quitan la vida como lo expresa en el capítulo 10: [la vida] nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente (Jn 10,17-18). La hora de Jesús es la hora del cumplimiento de la voluntad del Padre.