Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
El 2 de noviembre, a continuación de la fiesta de todos los santos y santas, la Iglesia lo dedica al recuerdo de todas las personas que han muerto. Nos unimos en la oración alrededor de una realidad común a todos.
El calendario litúrgico propone escoger tres lecturas del leccionario de difuntos. Josep María nos propone el siguiente evangelio:
Evangelio según Juan (14,1-6)
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
La fiesta de Todos los Santos (1 de noviembre) nos hace mirar hacia el final del camino que hemos emprendido como discípulos de Jesucristo: la gloria del cielo. Y la contemplamos convencidos de que esta gloria es un regalo. Creemos que una multitud de hermanos nuestros la viven por siempre. Y ello nos estimula a seguir a Jesús muy de cerca, seguros de que su camino de muerte y resurrección conduce a la casa del Padre. Y de que es un camino lleno de alegría y de felicidad.
Moisés Mesa López diócesis de Granada
Reflexión domingo día 26 de octubre
El Evangelio de hoy va dirigido a los fariseos aquellos que creyéndose justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás. Vemos que en el Evangelio aparecen dos protagonistas, por un lado el fariseo y por otro el publicano.
Vemos que Jesús desconcierta a todos los que lo oyen, ya que nos plantea esta contraposición tan tajante, ya que esta presentado a dos personajes que son la antítesis de la sociedad judía, el perfecto cumplidor de las normas, considerado justo ante todo el pueblo y ante sí mismo, frente al publicano, tachado de ladrón, marginado social.
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
En el camino hacia Jerusalén, los discípulos y todas las personas que van encontrándose con Jesús, tienen la oportunidad de posicionarse con respecto a Él. La relación posibilita que la “fe” se defina. En esta escena Jesús les propone una parábola “para explicarles cómo tenían que orar siempre sin desanimarse”. La temática, entonces, es la oración en cuanto a acción permanente de los discípulos. Jesús es Maestro de oración. No sólo cuando lo vemos orando. Lo es siempre. En este pasaje lo es con la parábola y con la interpelación, no sea que lo que llamamos "oración" se limitase al bla bla bla y no esté unido a la vida y a la fe. Orar siempre debe ser eso.