Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
Celebramos la manifestación de la salvación de Dios a todos los pueblos. Los Magos han "visto salir su estrella" y vienen "a adorarlo" (Mt 2,2). Vienen ha rendirle homenaje a aquel que es "el Mesías, el rey de los judíos", quien es reconocido como Hijo de Dios. "Rey de los judíos” es un título aplicado frecuentemente a Jesús en los evangelios. Es un título directamente relacionado con el Mesías. No siempre será captado en su sentido profundo. Unos lo entenderán en sentido político; otros lo entenderán como aquel que viene a cambiar las cosas, a trasformar la realidad, ha hacerla más humana y, por tanto, mas divina.
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
Contemplamos al Dios hecho hombre de nuevo. Juan insiste mucho en mostrar a Jesús como hombre: aquí está el hombre (Jn 19,5). Y, a la vez, ya comienza situándolo como el que “estaba junto a Dios” desde el “principio”.
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
Este Domingo es la fiesta de la Sagrada Familia. El Hijo de Dios se ha hecho hombre, se ha hecho uno de los nuestros. Y lo ha hecho en lo concreto. Se ha hecho miembro de un pueblo concreto para vivir lo que vive este pueblo. Miembro de una familia concreta para vivir lo que vive una familia. Ha tomado carne humana en un hombre concreto para vivir en lo concreto "los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo" (Concilio, GS 1).
Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona
Estamos ante la contemplación del Dios hecho hombre. Juan insiste mucho en mostrar a Jesús como hombre, quiere ayudarnos a creer que Dios no permanece en la lejanía de un cielo extraño a la vida humana y que, al contrario, asume la carne humana con todas sus consecuencias. Creer esto nos hace mirar al mundo y a la humanidad con los mismos ojos de Dios, que lo mira con amor y se da del todo porque lo ama.
Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona
En el misterio del pesebre encontramos a la persona de Jesucristo, al Dios–con–nosotros (Mt 1,23), al Salvador, Mesías Señor (Lc 1, 11). Lo podremos encontrar en su pequeñez y en su grandeza. Contemplamos a Aquel que, como dice san Pablo, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza (2Co 8,9). En el misterio del pesebre miramos no sólo a Cristo pobre sino también a tantos pobres, débiles y pequeños.