ÚLTIMOS COMPROMISOS EN EL PRADO
Los dos últimos domingos del mes de junio han sido entrañables y festivos para la Asociación de los sacerdotes del Prado y para toda la familia pradosiana. Cuatro sacerdotes han hecho el Compromiso Temporal en nuestro instituto. El primero fue José Ángel Pitarch Pitarch que, en la Iglesia arciprestal de Morella, celebró este paso de compromiso con el Prado. Era el día de la víspera de San Juan en una pequeña asamblea de sacerdotes, laicos y una laica del IFP, y presididos por el obispo de Tortosa, D. Sergi Gordo.
El domingo siguiente, día 30, otros tres sacerdotes, - José Monge Doñate, Iván Rodas y Oscar Vigas-, celebraban este paso en su camino como pradosianos. Fue en la parroquia de San Lorenzo de Zaragoza, acompañados por un buen número de sacerdotes y laicos y el obispo de Zaragoza, D. Carlos Escribano, y el de Barbastro-Monzón, D. Ángel Pérez Pueyo.
En las dos celebraciones se respiraba un clima de sencillez y de fraternidad, donde el protagonismo lo tuvo el Espíritu del Resucitado. Él es quien ha llamado a participar a estos sacerdotes de la gracia concedida al Padre Antonio Chevrier para la evangelización de los pobres en la noche de Navidad de 1856. Y ahí no acaban estas noticias tan gozosas, porque el 19 de agosto en Reimat, también hará su compromiso con el Prado el sacerdote mallorquín Jaume Obrador
Desde el día 21 al 25 de agosto se han celebrado en Ávila, en la casa de ejercicios Santa Teresa, ejercicios espirituales dirigidos por Antonio Bravo. Ejercicios abiertos a todos los sacerdotes sean del Prado o no, de cualquier parte de la geografía. Han participado 47 sacerdotes y un seglar
(grupo de participantes . Algunos ya habían marchado)
Con sus palabras, Antonio Bravo, ha ayudado a reflexionar y orar sobre y por la misión del pastor. Con las palabras: «yo mismo buscaré mi rebaño y lo cuidaré» (Ez, 34 11) que el profeta dirige al pueblo ha comenzado sus reflexiones. Esos días han sido de meditación y contemplación guiados por la Palabra de Dios, de la vida y del magisterio de la Iglesia. Han sido días de toma de conciencia de nuestro ser convocados y enviados a una misión. A fortalecer y reavivar nuestra fe en Jesús resucitado en medio de nuestros posibles cansancios y desánimos. Somos enviados por el Resucitado a llevar al mundo la buena nueva del Evangelio de Dios, ser testigos del reino o reinado de Dios compartiendo la Buena Nueva del Evangelio con los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Estamos llamados a ser signos e instrumentos de la esperanza que no defrauda en un mundo inquieto, pues está viviendo mutaciones profundas. Ante esto no podemos olvidar la naturaleza secular de la Iglesia: Vivir el ministerio como el Buen Pastor en medio del mundo secular
Las meditaciones han girado en torno a estos temas:
Día 1: «YO MISMO BUSCARÉ MI REBAÑO Y LO CUIDARÉ» (Ez 34, 11) y «EL DIOS DE LA ESPERANZA»
Día 2: DIOS PASTOR DEL PUEBLO DE LA ALIANZA y «YO SOY EL BUEN PASTOR»
Día 3: EL ESPÍRITU EN LA VIDA Y MINISTERIO DEL PASTOR y «PASTOREAR LA IGLESIA DE DIOS»
Día 4: EL MINISTERIO DE LA PALABRA y EL PRESBÍTERO MINISTRO DE LOS SACRAMENTOS
Día 5: ALGUNAS PRIORIDADES DEL PASTOR y EN LA MISMA BARCA