Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
Con esta celebración del Jueves Santo la Iglesia entra en el seguimiento de Jesús en su pasión, muerte y resurrección. San Pablo nos invita a "tener los mismos sentimientos que tuvo Jesucristo" (Fl 2,5). Además, la Cena de Jesús con los apóstoles condensa elementos básicos de la vida cristiana: la eucaristía, el ministerio–servicio y la ‘caridad’, palabra que significa amar como Dios ama.
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
El Evangelio propio de la misa de este domingo es la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo según san Lucas (22,14-23,56). La leemos de manera contemplativa.
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
Entramos en la Pascua de Jesús, que es nuestra Pascua. Jesús sube y entra en Jerusalén, la ciudad símbolo de la presencia de Dios en medio del pueblo. Es un camino que sigue, que no terminará con la entrada dentro de las murallas; sólo acabará cuando se cumpla la Pascua de Jesucristo, es decir, muerte y resurrección: la manifestación definitiva de Dios pasa por su compromiso hasta el extremo.
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
Este próximo domingo tenemos el pasaje de la mujer acusada de adulterio. Jesús tiene delante a una mujer que tiene que vivir. Y a unos hombres que también tienen que vivir. Él no ha venido a condenar sino a salvar.
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona
Este tercer domingo de cuaresma se nos plantea, en el Evangelio, que con la venida del Hijo al mundo, Dios da a cada persona una nueva oportunidad de convertirse. Vale la pena tomar nota: podemos volver a empezar.