Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona
Retornamos al evangelio de Marcos, que es el evangelio propio de los domingos de este año. Durante cinco domingos ha habido un paréntesis y hemos tenido la reflexión que hace san Juan a partir del signo de la multiplicación de los panes y de los peces.
Encontramos, en el evangelio de hoy, un debate entre Jesús y aquellos que no lo aceptan. No podemos olvidar que Dios ha puesto en el corazón de cada persona su amor, su marca, lo que nos hace a todos "imagen y semejanza" suya (Gn 1,27). Si esto es lo que llevamos dentro, de cada uno puede salir precisamente esto que viene de Dios.
Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona
Este domingo el Evangelio nos presenta el final del debate que hemos seguido durante estos últimos domingos. Muchos se echaron atrás y no volvieron a ir con él, nos dice san Juan. Pedro representa a los verdaderos discípulos: personas que dialogan con Jesús –le hablan y lo escuchan–, mirándolo cara a cara, que lo quieren conocer para seguirle de cerca.
Pauta para el Estudio de Evangelio personal o compartido en grupo
1-2-3. Estos tres pasos como en estudios anteriores
4. Anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho... Viendo, en esta página, que unos y otros se definen ante Jesús, siguiéndolo o abandonándolo, me planteo mi seguimiento de Jesús: ¿Soy consciente de lo que supone?
5. Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor... ¿Qué testimonios he encontrado ahí de verdaderos discípulos de Jesús, seguidores de su persona?
6. Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)
7. Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...
Notas por si hacen falta
Terminamos la lectura del capítulo 6 de san Juan
Hoy terminamos este paso por el Evangelio de Juan en este año en el que seguimos a Marcos. Puede ser bueno comenzar leyendo el capítulo 6 entero.
Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona
El texto aporta lo que es el fruto que da la Eucaristía, el mismo que da la fe. La Eucaristía es la expresión privilegiada de la fe, entendida como acogida de Jesús y la adhesión a Jesús, la Palabra encarnada. Y el fruto de la fe –y, por lo tanto, de la Eucaristía– es la vida nueva del discípulo, unido a Jesucristo.
Pauta para el Estudio de Evangelio personal o compartido en grupo
Los pasos 1-2-3 igual que los anteriores
4. Anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho... Me planteo cómo acojo a Jesús y qué papel tiene la Eucaristía en esta acogida.
5. Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...Me fijo especialmente en la comunidad cristiana que vive en medio del mundo: ¿Qué frutos da la Eucaristía en la vida de nuestra comunidad (parroquia, movimiento...)?
6. Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)
7. Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...
Notas por si hacen falta
Notas para seguir el hilo del Evangelio
Retomamos el capítulo 6 de Juan en el versículo 51, el último del fragmento del pasado domingo. Seguimos en el debate entre “los judíos” (52) y Jesús.
Antes de ponerse a trabajar este fragmento de hoy, puede ser bueno releer el capítulo desde el principio.
Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona
Hoy celebramos la Asunción de María, una mujer que se alegra y festeja. Pero no por cualquier cosa. Festeja que “el Poderoso ha hecho obras grandes por mí” (49), o, lo que es lo mismo, celebra que el Señor “enaltece a los humildes” (52).
Pauta para el Estudio de Evangelio personal o compartido en grupo
Los pasos 1-2-3 igual que las pautas para los otros estudios de evangelio
4. Anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...Me animo a escribir mi “magníficat”, por las obras que Dios ha hecho por mí (no se trata de mirarme a mi mismo/a –¡que majo/a que soy!–, sino de contemplar a Dios que actúa en el mundo, en la vida; por eso, antes de empezar, puede ser bueno responder a la segunda cuestión del punto 5).
5. Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor... ¿Quiénes son hoy “María” e “Isabel”, quiénes son los/las “estériles–vírgenes” en quien Dios confía para llevar a acabo su plan? (pienso en nombres concretos y doy gracias al Padre).
6. Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)
7. Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...
Notas por si hacen falta
Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona
Jesús dice que “nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado”. La fe también es don de Dios, tiene el origen en el Padre, como el “enviado”. Dios, así como tiene la iniciativa de salvarnos, tiene la iniciativa en nuestra respuesta de acoger a la persona de Jesús, es decir, en la fe.
Pauta para el Estudio de Evangelio personal o compartido en grupo
1. Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer
2. Anoto algunos hechos vividos esta última semana
3. Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo
4. Anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho... Reviso si mi fe es adhesión a Jesús y, por lo tanto, seguimiento de sus pasos, de sus hechos, de sus palabras, de su amor al Padre y a los pobres...
5. Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor... ¿Qué testimonios he encontrado ahí de seguimiento de Jesús?
6. Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)
7. Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...
Notas por si hacen falta
Notas para seguir el hilo del Evangelio
Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio
Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona
Jesús es el pan de vida. La Vida es Él. Lo necesitamos.
Pauta para el Estudio de Evangelio personal o compartido en grupo
1. Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer
2. Anoto algunos hechos vividos esta última semana
3. Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo
4. Anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho... Como los interlocutores de Jesús, ¿también yo pretendo dominarlo? ¿O dejo que sea Él quien lleve la iniciativa en mi vida? Lo mismo nos podemos preguntar de la comunidad (si lo encerramos en la estructura del movimiento, de la parroquia...)
5. Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor... ¿Qué personas encuentro ahí que vivan la vida con la gratuidad de quien acoge un don recibido?
6. Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)
7. Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...
Notas por si hacen falta
Notas para seguir el hilo del Evangelio
Estos domingos seguimos el capítulo 6 de Juan. Pero la liturgia pasa por alto ocho versículos que enlazan la escena de la multiplicación de los panes (pasado domingo), que terminaba con Jesús yéndose a la montaña cuando querían hacerlo rey, y la escena de Cafarnaún, que comienza con el diálogo de este domingo.
Los versículos que el leccionario no recoge –que convendría leer tomando el Nuevo Testamento– (del 16 al 23) no son sólo un recurso literario para reunir otra vez a Jesús con los discípulos y la gente y así poder ofrecer la palabra de Jesús –que es lo que siempre interesa a la liturgia ofrecer–. En este pequeño fragmento hay un resumen de la tensión entre la ausencia y la presencia del Señor, tensión que viven los discípulos en su Pascua. Ellos están desconcertados: había ya oscurecido, y Jesús todavía no había venido donde ellos; soplaba un fuerte viento y el mar comenzó a encresparse (Jn 6,17-18); y Jesús aparece y, reconociéndolo, tocan tierra firme (Jn 6,19-21).
Fijémonos, entonces:
la soledad en la que se encuentra la comunidad después de la muerte de Jesús –situación expresada con el mar (símbolo de las potencias malignas, sobre las cuales sólo Dios triunfa), con el viento, i con que había oscurecido– ...
... es superada con la manifestación sorprendente e inesperada del Resucitado.
Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio